Wednesday, September 20, 2006

La Convención Nacional Democrática

o cómo no perdernos en un laberinto de discusiones sobre nombres y nombramientos, la legalidad y lo simbólico.

El sábado pasado se realizó la Convención Nacional Democrática, autodenominada finalmente Frente Amplio Progresista, donde se resolvió un programa común y se nombró un dirigente denominado “presidente legítimo”. La CND es una salida política al descontento de un sector importante de nuestra sociedad, tras lo que consideró un fraude y una ruptura del orden institucional (si es que éste alguna vez existió).

Quienes respaldan la CND se niegan a culminar su lucha democrática como ciudadanos representados por los diputados y senadores del PRD y su coalición en las cámaras; dicha bancada ha cometido más errores que aciertos, y por ello no recibe la confianza de la ciudadanía. La CND ha rebasado al PRD y tomará a sus legisladores como voceros de los intereses del movimiento, serán únicamente mediadores entre la ciudadanía y las instituciones que puedan dar forma legal a sus intereses. Esta es la lógica interna de la CND; su función es meramente política y no tiene ninguna facultad legal, menos aún la tendrá AMLO, cuyo nombramiento como “presidente legítimo de México” es relevante sólo dentro de la protesta de un sector de nuestra sociedad.

Para los fines de este movimiento, ser presidente o coordinador de la resistencia viene siendo lo mismo, la diferencia existe sólo para quienes no son partidarios de este movimiento. Sin duda, el nombre de coordinador hubiera tenido mejor recepción entre quienes no apoyan a AMLO, y no hubiera dado armas, ni a la derecha ni a ciertos medios de comunicación, para su satanización.
Lo importante de la Convención no es el estatuto de su dirigente, sino el establecimiento de un plan de acción que señale los puntos que guiarán su lucha, y los mecanismos que se emplearán para ello. En este sentido, AMLO pudo haber sido nombrado presidente o coordinador de la resistencia civil, y las acciones del movimiento tendrían que ser las mismas. El formalismo puede cambiar sin que cambien la lucha ni sus mecanismos.

El primer objetivo de este movimiento es imponer una agenda mínima al próximo gobierno y advertirle de la existencia de puntos básicos que no se pueden negociar. Estos puntos son, por el momento, 1) impedir el IVA en alimentos y medicinas 2) impedir la privatización del petróleo y la industria eléctrica 3)detener la libre importación de maíz de EU en 2010 4) revisar la legislación laboral y el sistema de pensiones 5) defender la obligación gubernamental de ofrecer educación de calidad, pública y laica 6) exigir al gobierno federal el respeto a los derechos humanos y la libertad de expresión 7) el cumplimiento de los Acuerdos de San Andrés y 8) la creación de fuentes de empleo e inversión estatal y 9) atención al campo y a los sectores vulnerables. Si el próximo gobierno no incluye estos puntos en su agenda, el FAP lo presionará mediante manifestaciones para que los incluya. Dirigir y coordinar estas de protestas será la segunda tarea del FAP.

Tanto peor para los perredistas con curul sino ordenan como propuestas de ley estos puntos, pues perderán el apoyo que hasta ahora tienen y el movimiento los olvidará. Su labor hoy más que nunca es importante, pues el FAP continuará la lucha y presión pacifica mientras se encuentren causes legales para la materialización de sus intereses. Si las bancadas perredistas bloquean las únicas vías que quedan para dicha materialización, se generará un mayor encono en un sector que ya está en protesta. La tarea que ha asumido la CND consiste en delimitar, en forma pacifica, el campo de acción en el que se moverán Calderón y sus patrocinadores, y lo han comenzado a hacer mediante la celebración de la Convención misma y sus resolutivos; pero para cumplir dicha tarea necesita de la voluntad política de los legisladores perredistas.

La justificación inmediata para la instauración de la CND es la legitimación de un proceso electoral que las propias instituciones han reconocido marcado de ilegalidades, sin embargo, su origen se encuentra en los años de profunda desigualdad social que no sólo no se ha combatido, sino que es creciente y que supera la voluntad política y la capacidad de quienes han sido elegidos para combatirla.
La tarea de este Frente Amplio Progresista es promover en las cámaras los nueve puntos antes enumerados, más la gestión de la austeridad republicana en los niveles superiores de gobierno; tiene que demostrar el seguimiento de los mismos puntos en los espacios donde haya gobiernos que suscriban la CND, y tienen que ser incluyentes de las voces que aporten algo en la discusión y clarificación de los puntos que conforman la agenda del movimiento. Sobra decir que la lucha contra la corrupción debe comenzar en casa.

La CND y sus resolutivos son la respuesta de un número importante de mexicanos, que presenciamos como es que en estos seis años el país se ha sumido en la ingobernabilidad. La CND no es por sí misma una solución a este problema; será entonces una construcción continua, que comience por la congruencia de los puntos en discusión. Las tareas se irán haciendo más claras conforme pasen los días, y según la forma como ocurran lo sucesos del país, exigiremos los pronunciamientos del FAP y su dirigencia. Sin embargo, es necesario reconocer que se ha dado un paso necesario para alcanzar las metas de un movimiento democrático, a saber, la organización social en torno a un proyecto común con definiciones concretas.

Tuesday, September 12, 2006

Sergio Aguayo: "Los magistrados del TRIFE habrían reprobado Metodología de las Ciencias Sociales" (conmigo)

En el programa nocturno Primer Plano, Sergio Aguayo cuestionó científicamente la controvertida resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial. ¿Cómo pueden decir los magistrados que la ilegal transmisión televisiva de spots políticos, por parte de Fox y del Consejo Coordinador Empresarial, tuvo un efecto en los votantes, pero no decisivo?
¿Cómo pueden afirmar eso sin demostrarlo? "Los magistrados del TRIFE habrían reprobado cualquier curso básico de Metodología de las Ciencias Sociales"

¿Por qué no pidieron conocer las mediciones que se han hecho al respecto de estas campañas políticas? ¿No estarían María de las Heras y Roy Campos y la UNAM encantados de corroborar tales mediciones?

Los magistrados han resuelto a partir de creencias. Los magistrados han emitido una resolución en la cual se puede o no creer. Su resolución es un acto de fe. De fe y de voluntad. Estos señores no han querido tener los elementos que les dirían si el impacto de las campañas negativa del Consejo Empresarial y a favor de uno de los candidatos, por parte del c. presidente, han rebasado el margen de medio punto porcentual que ha dado la presidencia al candidato del PAN.
Sus razones tendrán.

Monday, September 11, 2006

La necesidad urgente

Finalmente ha pasado lo que temimos, nuevamente la derecha ha quedado en el poder. Durante más de medio año vivimos en medio de una guerra sucia que ha revelado la polarización que existe en México; quizás en ningún otro medio como en Internet podemos ser testigos de las alocuciones con que son tratados los adherentes a los dos contendientes principales.
El fraude electoral es absolutamente legítimo en cuanto a que preserva al Estado. Las instituciones están para ser el corpus del gobierno y vigilar, preservar y asegurar su existencia; realmente era muy improbable otro desenlace. Ha quedado de manifiesto que por la vía institucional no es posible avanzar.
Pero esto no es un discurso a favor de López Obrador, ni tampoco en contra; su lucha es simplemente por poseer la administración de un Estado Burgués, un Estado propio de un modo de producción capitalista; solamente el cambio en la categoría del modo de producción lograría una diferencia absoluta en la sociedad (pero ese no es el punto aún a discutir), nadie, por la vía electoral, puede cambiar esa categoría del modo de producción. Dicho de otro modo, López Obrador no iba a transformar las relaciones sociales existentes. Sin embargo el modo de producción vigente puede tomar formar aún más intolerantes, tal es el escenario con Calderón.
¿Cómo prepararnos ante este escenario?
¿Debemos seguir la lucha por medio de las instituciones que existen para asegurar la existencia del Estado y sus representantes?
¿México está preparado para entrar a un enfrentamiento directo entre sus sectores polarizados?
¿Permanecer en la llamada “dignidad rebelde”, la “resistencia pacífica”?
No creo que ninguna de estas opciones sea viable por el momento. Me parece que lo mejor es volverse críticos, hacer valer nuestra voz y nuestro pensamiento, aprovechar la consciencia, la organización y el ímpetu que ha provocado el movimiento a favor de López Obrador, es decir, pasar a formar parte de la realidad activa y no esperar a que los medios de comunicación nos la entreguen dosificada y clorada. Es evidente que no existe una receta, pero la urgencia hoy es empezar a formar la discusión en este sentido. Hoy, más que nunca, esto es una necesidad.

Thursday, September 07, 2006

La gran farsa electoral

Durante las campañas electorales vimos anuncios televisivos que hacían una analogía entre Hugo Chávez y Andrés Manuel. Una y otra vez los simpatizantes de la derecha señalaron a este último como radical y violento. Tanto la permanencia del plantón en el zócalo como la convención que se llevará a cabo el 15 de septiembre, nutren el discurso derechista que podemos simplificar en la pregunta “¿ya ven?” Hagamos justicia a los grandes movimientos revolucionarios que hace treinta años tuvieron su apogeo en América Latina, hagamos justicia al EPR y a lo que el EZLN fue en su brote originario como lucha armada. Ésa es la izquierda radical. En contraste, plantones, marchas y una convención, no son más que actos simbólicos y moderados que embonan con los fines moderados de la izquierda partidista.
Nos encontramos frente a una situación paradójica: se validaron las elecciones al tiempo que oficialmente se reconoció que hubo intromisión presidencial y uso de espacios televisivos por parte de organismos no políticos, uso orientado hacia fines proselitistas. No obstante su legitimidad, la demanda “voto x voto” fue obviada por las instituciones correspondientes. La ilegalidad e ilegitimidad de las elecciones, así como los oídos sordos frente a la inconformidad de un numeroso sector mexicano, revelan que nuestra democracia no es más que una farsa. Calderón Hinojosa no sólo afirma que la ciudadanía debe apegarse a las leyes, sino también que las leyes son efectivas. No podemos esperar más que la continuación foxista de un desfase entre discurso y realidad concreta.
Desde otra lectura nada de esto es sorprendente. La alternancia partidista del sexenio pasado fue necesaria para afianzar las políticas económicas imperantes. Si pretende mantenerse en el poder, la derecha necesita apropiarse de los medios que tiene a su alcance y sacarles el mayor provecho posible. Rindió frutos el uso que en estas elecciones hizo de medios informativos, financieros, institucionales y discursivos.
Como dije en el escrito pasado, es la izquierda revolucionaria aquella que reconoce el entramado entre instituciones públicas y burguesía, de ahí que se mantenga al margen de éste. A algunos de nosotros hoy nos hace sentido la consigna del “no voto” ayer escuchada. A pesar de todo y a título personal, frente a la derecha panista y la izquierda partidista, una vez más daría mi voto a Andrés Manuel, lo cual no excluye la posibilidad de volver a los ideólogos de los grandes movimientos revolucionarios del siglo pasado. Quizás en algún momento maduren las condiciones para una verdadera insurrección.