Saturday, December 09, 2006

"Para que vivas mejor"

Entre nosotros nos leemos porque tenemos conexión a la red en casa, o de perdida dinero para pagar un rato dentro de un cibercafé. No hemos vivido lo que es estar realmente jodidos; sin embargo, aunque hagamos que la virgen nos habla, la verdad es que no somos autistas; sabemos que en nuestro país hay abismales diferencias de clase, sabemos que los integrantes de la clase baja superan en número a los de la clase media, sabemos que no hay movimientos populares con oportunidad política de cambiar esta situación; ya porque fueron desarmados, o porque aun armados no tienen el número suficiente de adherentes para lograr sus fines, tales como el aumento de sueldo, la propiedad territorial, la destitución de un gobernante, etc.
Puesto que no parece haber oportunidad de grandes reformas en beneficio social, lo que nos queda -al parecer - es resistir frente a iniciativas que afecten aún más a las mayorías, que pretendan afianzar un modelo económico que agudice la diferencia de clases. El nuevo gobierno Federal abre el telón recortando el presupuesto a la educación pública, incluyendo por supuesto a la UNAM, que como sabemos, a gente de bajos recursos ha ofrecido no un adiestramiento técnico, sino una educación en el sentido lato de la palabra, una formación redonda, el acceso a becas, intercambios, bibliotecas, museos, teatros, etc.
Casualmente, el recorte presupuestal se anunció en estos momentos, cuando el teletón acapara la programación televisiva, cuando las campañas publicitarias bombardean con las ventas navideñas, cuando nosotros, los universitarios, nos encontramos fuera de clases y por ende, con dificultades para organizarnos y protestar. Pero ¿es eso lo que debemos hacer? ¿Una, dos, tres marchas, un mitin y la redacción de discursos panfletarios? Ni tales actos, ni rasgarnos las vestiduras, constituyen reacciones proporcionales a la gravedad del recorte presupuestal a la educación pública. Para vislumbrar el panorama educativo en México, los invito a leer la declaración de Raúl Padilla Orozco, presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados.
Muchos de los que visitan este espacio estudian en la UNAM, algunos vamos de salida, otros apenas comienzan la carrera, pero sea cual sea nuestra condición, pensemos en las generaciones que vienen y en su derecho a la educación. Esta es una invitación a pensar eficientes medidas de presión, para proponerlas y llevarlas a cabo, si no ahora, cuando volvamos a clase. No nos quedemos en la inconformidad silenciosa, pero tampoco en la crítica que permanece dentro de las fronteras teóricas.

9 Comments:

Anonymous Anonymous said...

google bombing al diputado mentiroso!!!!! mas info en:

http://lab-journal.blogspot.com/2006/12/primee-ataque-de-la-derecha-mexicana.html

9:18 PM  
Blogger Tormentas said...

en el estado como está nuestro país incluso la educación es un lujo, estamos verdaderamente en un estado de emergencia donde mueren de cuasas relacionadas con la malnutrición cientos de personas al día, además de la mortandad infantil por causas evitables

necesitamos urgentemente un sistema de salud justo y eficiente
ni un puente más, ni una carretera, ni un viaje al extranjero del presidente, salud salud salud salud salud salud salud, no estupideces de seguros que pretenden resolver los problemas por decreto, salud, de facto, para todos, hospitales en las zonas marginadas, personal capacitado, sueldos justos y personal suficiente, ahora, cobrando grandes impuestos a las personas físicas, cortándole a los sindicatos, pidiendo auxilio a las ONG's de todo el mundo, endeudándose

quién se une?

11:07 PM  
Blogger Chinísima said...

Triste la forma en que comienza el sexenio, la educación debe ser gratuita y de calidad, eso sí, para aquellos que sepan aprovecharla y valorarla.

“Habrá que esperar”, creo que eso es lo peor que podemos hacer. Precisamente, hay que dejar de esperar; dejar de conformarnos, dejar de esperar a que alguien más decida la realidad que debemos vivir.

Urge una reforma en la UNAM, y me refiero a una reforma en la mentalidad de los estudiantes, quienes se han olvidado del espíritu humanista que caracteriza a nuestra muy querida “alma mater”.

¿Cómo exigimos algo que ni siquiera nosotros estamos dispuestos a dar? Nosotros mismos no valoramos las enormes oportunidades que nos brinda el hecho de ser universitarios. Exigimos más presupuesto, pero no estamos dispuestos a corresponder con compromiso social.

Anteriormente, el hecho de ser universitario representaba no sólo un orgullo, sino también una enorme responsabilidad, un compromiso de grandes dimensiones. Ser universitario representaba la invaluable oportunidad de poder transformar la realidad y aspirar a un mundo mejor.

Y hoy exigimos un respeto que ni siquiera hemos sido capaces de ganarnos. Nos pronunciamos en contra de una decisión injusta cuando no hemos sido capaces de defender con acciones aquello que, ególatramente, sentimos nos corresponde por gracia divina.

Ojalá que esta experiencia sirva para que los universitarios aprendamos a enfrentar los retos, para que despertemos del letargo y participemos activamente en una sociedad que nos reclama compromiso y esfuerzo. Ojalá esto sirva para reflexionar no sólo acerca de nuestro gobierno, sino de lo que nosotros mismos somos.

La UNAM, la educación gratuita y de calidad, la cultura y demás asuntos de primer orden merecen ser discutidos y solucionados. Más allá de marchas y demás tipos de protestas (muy válidos todos ellos), es necesario demostrar con hechos todo aquello de lo que somos capaces.

Resulta imposible negar que existe un considerable número de “estudiantes” que únicamente se dedican a “mamar” de la universidad, que utilizan la escuela como club social, o que son incapaces de enfrentar las necesidades de un momento histórico que exige trabajo duro y compromiso.

Ser autosuficientes, desarrollar nuestras habilidades y capacidades, así como poner nuestros conocimientos al servicio de la sociedad son obligaciones que nos corresponden, de este modo demostraremos todo lo que la UNAM vale, todo lo que representa.

Me opongo a la propuesta presupuestal, pero me opongo al mismo tiempo que lucho, al mismo tiempo que busco las oportunidades para demostrar que valió la pena recibir educación. Me opongo al mismo tiempo que pongo a prueba mis conocimientos, al mismo tiempo que mantengo coherencia entre lo que pienso, lo que digo y lo que hago.

Ojalá ese presupuesto no logré pasar, ojalá que se revalore la importancia de una educación gratuita y de calidad, pero sobre todo, ojalá que todos y cada uno de los universitarios revaloren el privilegio de recibirla y peleen a cada instante por dignificar a NUESTRA UNIVERSIDAD.

3:26 PM  
Blogger Livi Jazmín said...

LABJOURNAL: se agradece la contribución.
TORMENTAS ME ATORMENTAS: suenan bien sus palabras, tienen sentido, creo que hasta estoy de acuerdo. Sin embargo, me interesa saber, en concreto, cuál es su postura respecto al recorte presupuestal a la educación pública.
REMEDIOS: no creo que la mejor opción sea delegar este asunto en diputados y senadores. Creo que sería más eficaz una movilización estudiantil a lo grande.
CHINÍSIMA: con usted estoy de acuerdo en algunos puntos y en otros no. Es claro que en nuestra comunidad estudiantil hay gente que se dedica a echar la gûeva; también es cierto que hay quien le machetea durísimo, se gradúa con un promedio excelente y al egresar nada retribuye en beneficio social. Sin embargo, sabemos que en general el nivel académico de la UNAM es muy alto, sabemos que hay docentes y estudiantes de primera ¿no es ello suficiente razón para pronunciarse en contra del recorte presupuestal? O quizás no estoy entendiendo su comentario ¿a quienes se refiere cuando dice "Y hoy exigimos un respeto que ni siquiera hemos sido capaces de ganarnos."? No me queda claro si alude a toda la comunidad estudiantil, a los activistas, a los no activistas, etc (veo que no se refiere a usted, puesto que se considera un ejemplo a seguir.)
Si bien entiendo, usted dice que su lucha es a nivel personal, que se esfuerza por estudiar y hacer algo en beneficio de los demás. Bueno, pues ni los buenos promedios, ni los proyectos que se gestan en la UNAM en beneficio social son valorados por el gobierno federal. La pregunta sigue abierta ¿qué haremos, en concreto, si el recorte se lleva a cabo?

8:59 PM  
Blogger Tormentas said...

yo creo que no hay que ceder a la tentación de opinar intuitivamente, sin embargo no sé dónde podría recurrir a un experto confiable

lo que sí quiero aclarar es que pienso que los buenos indicadores macroeconómicos no se traducen necesariamente en bienestar

no sé si esta reduccióne n particular sea buena o mala, pero debemos buscar un sistema tipo francés o canadiense donde se cobren tantos y tantos impuestos que la educación y la salud puedan ser gratuitas y de calidad, sin embargo tenemos un gobierno liberal que evidentemente no busca eso

podría haber una agenda disfrazada, no lo sé, para los liberales todo lo gratuito es sospechoso y distorsiona el mercado y todo lo público tiene que ser autosustentable, no sé si haya ese trasfondo detrás, espero que no, quiero creerle a estos tipos de que bajaron el presupuesto porque bajó el petróleo... no lo sé

12:27 AM  
Blogger Chinísima said...

¿Considerarme un ejemplo a seguir?, bueno… eso dices tú, es lo que tú interpretas. Yo sólo me considero una persona con el pleno derecho de opinar, con base en mis acciones y en mi forma de vida.

Y a eso me refiero, el respeto se gana con acciones… cuando uno sale al mundo tiene que demostrar de lo que es capaz, más allá de reflexiones y debates, más allá de marcos teóricos.

Con mi comentario me refiero a todos esos “estudiantes” que sólo saben quejarse, que carecen de sensibilidad e inteligencia para plantear soluciones viables.

Es muy fácil ver todo mal, es muy fácil encontrar pretextos; lo difícil, lo verdaderamente complicado, es atreverse a luchar contra aquello que no aceptamos. Es importante discutir y debatir, lo es, pero es mucho más importante acompañar estas prácticas con hechos concretos, es ahí donde se encuentra el punto de equilibrio.

El respeto nos lo ganamos no con ir a clases, ni con recibir un título, ni con formar parte de un círculo intelectual; el respeto nos lo ganamos cuando somos capaces de formarnos como seres humanos íntegros, cuando somos capaces de compartir con los demás.

Esos “jodidos” de los que tú hablas no necesitan más discursos, sino proyectos sustentables. Invité a los miembros del Jicotillo a que conocieran Un Techo para México, asunto que a nadie pudo interesarle.

Además del tema del presupuesto, yo tengo muchas otras inquietudes: ¿Qué proponen los universitarios? ¿Qué debe ocurrir para romper la línea entre nuestra formación académica y la brutal realidad que nos rodea? ¿Por qué resulta tan complicado actuar, aún cuando se nos han brindado las herramientas necesarias?

Siempre hay oportunidades para participar, pero ello implica un esfuerzo extra y un compromiso; implica tiempo, dedicación y perseverancia. En general, implica un profundo cambio de actitud.

Como tú, sé que existen muchísimas y honrosas excepciones, de lo contrario, no me sentiría tan orgullosa de haber estudiado en la UNAM. Y sí, ello vale la pena para desaprobar el recorte presupuestal, pero también vale la pena para reflexionar sobre el actual perfil de los universitarios.

Ese respeto del que hablo es nuestra responsabilidad y va más allá de tener excelentes promedios y“cultivarnos”, va más allá de visitar museos y teatros. Ese respeto significa tener la capacidad de convivir e involucrarnos en la realidad que vivimos día con día, ese respeto es ofrecer apoyo y dignificar la vida de quienes no tienen las mismas oportunidades que nosotros.

Lo siento, pero no creo que mi opinión esté peleada con el hecho de que el recorte presupuestal es producto de un gobierno que no reconoce el valor de la educación. Lo que sí creo es que aún existe un profundo temor a la autocrítica, un profundo temor a reconocer nuestros propios errores.

8:06 AM  
Blogger Livi Jazmín said...

PENÉLOPE: claro que puede opinar, sin embargo, me parece, los detalles biográficos (si uno es consecuente y se supera y todo eso) son irrelevantes en este contexto de discusión política. Cuando digo que se considera un ejemplo a seguir, me refiero precisamente a reclamos (o denuncias) como la que recién hizo al decir que los jicotillos no participamos en el proyecto al cual usted nos invitó ¿teníamos que hacerlo? No estoy segura de cual sea su argumento, me pregunto si la conclusión es que debemos participar en proyectos comunitarios. Cuestión de perspectivas. A mí me parece que ésa es una de las posibles formas de contribución, entre las cuales también está el activismo, la docencia, la investigación, la teoría política, etc.

7:47 PM  
Anonymous Anonymous said...

Estoy muy de acuerdo con el apoyo a la educación y a la cultura que se ha expresado en esta sección de comentarios. No necesito repetirlo, la educación es la condición del desarrollo. Sólo una precisión, compañeros: afinemos la puntería. Sé que a veces nosotros, críticos del sistema, no tenemos mucho tiempo para elaborar una crítica puntual y basada en datos. Es tiempo de hacer una autocrítica. Si somos realmente críticos, ¿podemos permitir el error de decir que el gobierno ha reducido el gasto a toda la educación? Revisemos, por favor, la propuesta original. Se contempló un aumento GENERAL del 4% y una reducción de 2% sólo a la educación superior. Otro dato compañeros: el 97% del presupuesto educativo se va en salarios de profesores y funcionarios. La UNAM, como todas las instituciones del país, sufren por la enfermedad de la gordura burocrática. No está bien que se reduzca el prespuesto, pero tampoco está bien la FORMA en que se ADMINISTRA el dinero. Diganme ustedes: ¿la cantidad de dinero es la solución? ¿no importa, también, la administración de ese dinero? No niego que los servicios que presta la UNAM al país sean valiosos. Pero por eso mismo ¿por qué no, en lugar de moralizar en contra del gobierno, nos ponemos a criticar a las autoridades mismas que administran ese presupuesto?

Si no, no es crítica auténtica

Saludos

3:48 PM  
Blogger Livi Jazmín said...

Totalmente de acuerdo con Luis Mondragón.

6:35 AM  

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