Monday, July 10, 2006

Nuestra generación y su amnesia

Hace un par de semanas Silvia, gran amiga y habitante de otro estado, me preguntó hacia que público están dirigidos nuestros escritos. Mi respuesta fue: hacia todos aquellos que guarden un resquicio de curiosidad política. Sin embargo, la condición de posibilidad para participar en la discusión que promovemos, es el acceso a la red, con el que cuenta la clase media y la clase alta. Luego, ese “todos” no parece ya tan incluyente. Por otra parte, aunque el Jicotillo se ha difundido entre un público diverso en cuanto a intereses, quienes han querido participar con publicaciones o comentarios, son en su mayoría estudiantes de humanidades.
Quizás lo dicho sea un reflejo del activismo universitario. La clase baja, como sabemos, está privada del acceso a los estudios superiores, de modo que los activistas pertenecen mayormente a un sector de la clase media y alta. Por otra parte, las escuelas políticamente más activas, no son aquellas donde los alumnos reciben un adiestramiento técnico, sino ésas otras que ofrecen una formación académica más completa. La UNAM se ha distinguido por su actividad política interna y su vínculo con otros movimientos sociales. Pero cuando decimos “la UNAM” en realidad nos referimos a un sector de su comunidad, que generalmente es mayoritario en comparación con quienes se le oponen, pero minoritario con respecto de los indiferentes.
Un colaborador de este espacio escribió hace poco que nuestra generación no valora la apertura política actual (1.) Es cierto. Por nuestra formación académica y estrato social podemos ejercer nuestros derechos políticos (2): libre asociación, libertad de prensa, libertad de manifestación. Sin embargo, sólo grupos minoritarios de tal estrato hacen valer las mentadas libertades. Ello, me parece, entre otras cosas se debe a un rasgo que caracteriza a nuestra generación y que puede explicarse en términos de amnesia.
Poco sabemos en torno a la historia de los países latinoamericanos en la segunda mitad del siglo XX. Qué decir de las teorías que constituyeron la base de los grandes movimientos revolucionarios del mundo en esos tiempos. Las ideas de Marx, Lenin, Trotsky, Bakunin, Mao Tse Tung nos resultan ajenas, pues pocos círculos hay para su lectura y en las instituciones educativas parecen haber sufrido el destierro. Tampoco es que pensemos que tales teorías han sido superadas, simplemente las desconocemos.
Para integrar el sector más afortunado de nuestra generación, somos bastante desafortunados. Salvo ciertas excepciones, estamos parados frente a la reciente historia como amnésicos frente al espejo.
1- Ver “Ennui generacional,” post de quien firma como El cuero cabezudo.
2- No estoy justificando la centralización de los derechos políticos en ciertos sectores, sino señalándola

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

"para integrar el sector más afortunado de nuestra generación, somos bastante desafortunados"

con esto me basta

9:12 AM  

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